Myriam Noris Sidelski
Mi camino recorrido:
Desde niña admiré a los artistas y a los artesanos. Siempre creí que eran personas
que habían nacido con un don especial. Mis padres y mis hermanos son médicos y
docentes por lo que me crié en un ambiente en donde si bien se valoraba el arte,
lo sentía como algo muy alejado de mí.
Cuando terminé el secundario comencé a estudiar la carrera de Biología en la UBA. Quería ser ecóloga y trabajar en Greenpeace. Siempre sentí una gran conexión con la naturaleza, con los animales y con el otro…Era extremadamente sensible y quería “salvar” a todos los animales y niños desamparados…
Después de 3 años descubrí que ser ecóloga no era lo que yo me había imaginado. Me di cuenta de que ese no era mi camino y me empezó a gustar la idea de enseñar, por lo que continué mis estudios en el Joaquín V. González para ser profesora de Biología mientras trabajaba como preceptora y ayudante de laboratorio en un colegio secundario.
La vida muchas veces te sorprende y te lleva por caminos nunca antes imaginados...
Por dos años tuve que irme a vivir a Ecuador.
Un día, una amiga me invitó a tomar clases para pintar cerámica y fui a ver de qué
se trataba. No voy a olvidar nunca lo que sentí ni bien entré al taller: emoción,
alegría, paz, entusiasmo...Fue amor a primera vista.
El profesor me invitó a elegir una pieza para enseñarme a decorarla. Elegí una
taza que tenía un girasol en relieve. La esmalté, la horneamos y me encantó !!!
Mi taller se llama Girasol por esa taza, porque fue el descubrimiento de un nuevo
camino, tan bello, lleno de pasión y de enormes satisfacciones.
Seguí pintando, pintando y pintando piezas de cerámica. Cuando lo hacía me transportaba, me relajaba, estaba en mi centro, me sentía feliz, en paz conmigo misma y con el universo…
Cuando llegó el momento de regresar a la Argentina comencé a tomar clases de cerámica. Modelado y moldería con Graciela Ciancio y alfarería con Angie Buzzi. También realicé el curso de Maestra Duncan con Elizabeth Picininni (enseñanza de decoración con productos importados de EEUU).
Cada vez estaba más entusiasmada, más apasionada y más enamorada de la cerámica, por lo que ingresé a la Escuela Municipal de Cerámica Nº1 (Bulnes).
Mientras estudiaba trabajé en el taller de Elizabeth Picininni, dibujando las
piezas que los alumnos después decorarían. Ahí fortalecí mucho el modo
de diseñar, dibujar, componer y esmaltar una pieza de cerámica.
Ya en el último año de la carrera, la profesora María Elena Tropiano me
invitó a trabajar como profesora de modelado para niños en el club
Ateneo Popular de Versailles. Tengo recuerdos muy hermosos de todos esos
años, de mis alumnos y de todo lo vivido, compartido y aprendido.
Cuando me recibí en la Escuela de Cerámica seguí por varios años dando clases en
el Ateneo, al mismo tiempo que abría mi taller en el barrio de Caballito.
Por ese entonces tomé clases de escultura con modelo vivo en el Estímulo de Bellas Artes.
Luego, por muchos años, mudé mi taller al barrio de Palermo.
Durante esos años tomé cursos de sumi-é, duendes con masilla epoxy, vitrofusión, pintura sobre tela, velas, joyería, pero en ellos no logré encontrar la calidez del barro y la conexión que logro con él.
Un día, descubrí la maravillosa pasta piedra (cerámica sin horno) y me encantó!! Y más adelante comencé a conectarme con la mágica porcelana fría y una vez más, me apasioné!! Ellas me permiten ampliar el mundo del modelado. Son un complemento perfecto de la cerámica. Hoy estoy descubriendo el inmenso mundo de la Bijou. El corazón vuelve a latirme con fuerza al conectarme con este mundo de mil posibilidades. Es tan bello que emociona...
Cuando trabajo en mi taller, el mundo a mi alrededor se aquieta y la creatividad toma forma...Tomar contacto con los materiales, darles forma, color...me llena de alegría...de paz...me relaja y me centra...
En mis clases es lo que trato de transmitir y de incentivar. Mi intención es lograr un clima
agradable y familiar en donde todos podamos sentirnos libres, relajados, contentos,
escuchados, para así poder lograr conectarnos con nosotros mismos y crear obras
maravillosas y únicas que salgan desde nuestro Ser…
Mis clases nunca fueron “solo” clases de técnicas artesanales. Lo que siempre
intento hacer es ayudar al otro a conocerse un poquito más. A conectarse con su lado
sensible y creativo, a que libere algo del potencial escondido que muchos no saben que tienen…
Trato de no poner mis manos en las creaciones de otros para no dejar mi impronta, mi alma en SUS creaciones…y el orgullo y satisfacción que cada uno de mis alumnos siente al ver SUS obras es el regalo más grande que me dejan. Muchos llegan diciendo que son torpes con sus manos, que no pueden o que no tienen creatividad y salen emocionados al ver lo que son capaces de crear.
El mismo año en que conocí la cerámica también comenzó mi búsqueda espiritual, mi búsqueda interior...Seguramente el contacto con el lado artístico y sensible ayudó a empezar a conectarme con algo más profundo dentro de mí. Tomé cursos de Reiki (hice los 3 niveles de Reiki y la maestría), soy Operadora de Mindfulness, Símbolos de Luz, meditación, VLC, Evolución Consciente, el arte de vivir, PNL, ensueño dirigido, entre otros...
Un día, también casi por casualidad, conocí a la Astrología (nunca había creído en ella). Hice la carrera de 4 años en Casa XI y hoy no puedo dejar de maravillarme por lo que me muestra y enseña día a día. Cambió mi forma de "ver" y de pensar...me ayudó y me ayuda a comprender un poco más...a acompañar un poco los sucesos de la vida...a intentar Dejar Ser…a mí misma...al otro...a la vida misma...